La filosofía Edge Computing cada vez es más necesaria, conoce en qué consiste y cómo puede aplicarse en tu compañía.
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¿En qué consiste el Edge Computing?
El Edge Computing nace con el objetivo de maximizar el potencial de la información recolectada por los dispositivos IoT (Internet de las Cosas).
Por lo general, los datos son enviados a la nube y allí se procesan (pudiendo obtener conclusiones interesantes).
En cambio, la filosofía del Edge Computing pretende dar una mayor independencia a los dispositivos y sean más “inteligentes”.
¿Por qué este cambio?
Cada vez las compañías cuentan con un mayor número de dispositivos IoT y, por tanto, con un mayor número de datos.
De tal forma que resulta más eficiente que los propios dispositivos puedan manejar la información, sin gastar recursos moviendo todo al Cloud.
Ventajas del Edge Computing
El Edge Computing:
- Permite un análisis casi a tiempo real, decisivo en sectores como el de la salud, las telecomunicaciones o el financiero.
- Necesita menos energía, reduce el ancho de banda y la latencia.
- Es interesante para la seguridad de la información, ya que permite tener los datos separados de cara a un ciberataque.
Convivencia del Edge Computing y el Cloud Computing
A pesar de que parezca que ahora ya no queremos saber nada del Cloud Computing, no es así. Al contrario, la combinación entre el Edge Computing y el Cloud es necesaria.
No obstante, hay que saber cuándo elegir una y cuándo la otra. Como decíamos, el Edge Computing es interesante cuando se necesita velocidad y baja latencia.
Sin embargo, la nube seguirá siendo la estrella de cara a analizar grandes cantidades de datos y para realizar cálculos importantes.
Ejemplos prácticos: el caso de las Smart Cities
La automoción es el ejemplo estrella. Los coches eléctricos y vehículos autónomos recolectan gran cantidad de datos que pueden servir para mejorar la experiencia del usuario.
Sin embargo, existen ciudades como Barcelona, Dubai o París que ya usan los beneficios del IoT, son las llamadas Smart Cities.
Mediante proyectos IoT tratan de mejorar la sostenibilidad económica, social y medioambiental.
En el caso de Barcelona estas son algunas de las medidas llevadas a cabo:
- Uso de autobuses híbridos, paneles solares en las marquesinas y una red de rutas diagonales. Lo que ha hecho que los viajes sean más frecuentes y rápidos.
- Uso de contenedores inteligentes que reducen olores, así como minimizan la contaminación acústica de los camiones.
- Uso de alumbrado de bajo consumo con una red de sensores que impide el despilfarro de energía.
- Uso de sensores de ruido, contaminación, temperatura y humedad.
- Sensores de estacionamiento que señalizan las plazas libres en una aplicación móvil.
El concepto Smart Company
Podíamos deducir del ejemplo anterior que las Smart Companies o empresas inteligentes son aquellas que usan la información que obtienen de distintas fuentes (entre ellas el IoT) para aumentar su eficiencia.
Y así es, en cierta manera, pero lo más importante es que las organizaciones tomen las decisiones oportunas en base a las conclusiones obtenidas a partir de los datos.
Concretamente, para que una compañía sea competitiva y pueda ser considerada “inteligente” la ecuación debe ser: medir + analizar + activar.
Algunas de las compañías que ponen en práctica esta regla son Amazon y Spotify. Estas organizaciones aúnan Big Data y la tecnología necesaria para llevar la experiencia del usuario al siguiente nivel.
En cierto que son pocas las organizaciones que lo hacen, no obstante, es el futuro y cada vez más el presente.
Comienza hoy a tomar buenas decisiones que te permitan ser una Smart Company en el futuro.
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