Pérdidas financieras, daño reputacional, interrupción de operaciones críticas, substracción de datos personales…a todas estas consecuencias (y a muchas más) deben enfrentarse las organizaciones a diario por culpa de los ciberataques; así como de su poca pericia a la hora de evitarlos y gestionarlos.
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En este contexto, quedarse esperando y solo reaccionar ante el ciberimpacto (que seguro que llegará) es una locura. Y es por ello que el concepto de ciberseguridad proactiva se presenta como una solución esencial para proteger los datos corporativos y mantener la integridad de los sistemas ante vulnerabilidades de seguridad y ciberataques; y, para ello, los servicios gestionados de ciberseguridad son la clave.
¿Qué es la ciberseguridad proactiva?
La ciberseguridad proactiva se refiere a un enfoque preventivo en la protección de sistemas y datos frente a posibles amenazas cibernéticas. En decir, la ciberseguridad proactiva busca anticiparse a las amenazas y neutralizarlas antes de que puedan causar daños que sean más irreversibles, e implica medidas preventivas, como la monitorización de seguridad en tiempo real, el análisis de vulnerabilidades y la prevención de ciberataques.
Todas estas medidas se alinean con el objetivo de detectar al intruso en fases iniciales de su ataque y con ello, capturar información del adversario, sus técnicas y sus objetivos para poder realmente realizar una respuesta eficaz en el mínimo tiempo posible.
“Conoce a tu adversario y te adelantarás a sus pasos”.
¿Por qué ya no sirve la ciberseguridad reactiva?
La ciberseguridad reactiva o “de toda la vida” es aquella que actúa después de que una amenaza ha sido detectada y se enfoca en la mitigación y recuperación. Las organizaciones se juegan mucho, por lo que ya no vale con mantener esta postura de ciberseguridad. Esta postura es la que lleva a las compañías a “gestionar impactos” en lugar de gobernar la seguridad.
Importancia de la ciberseguridad proactiva en las empresas
En cambio, la ciberseguridad proactiva ofrece:
- Protección continua: La monitorización constante permite identificar y abordar amenazas en tiempo real, garantizando una protección continua contra posibles ataques.
- Prevención de ciberataques: Al anticiparse a las amenazas, se pueden implementar medidas de seguridad que eviten que los ataques se materialicen.
- Ahorro de costes: Invertir en ciberseguridad proactiva deriva en un ahorro significativo a largo plazo al evitar los costes asociados con la recuperación de incidentes y las posibles multas por incumplimiento normativo.
Servicios gestionados de ciberseguridad
Los servicios gestionados de ciberseguridad son soluciones ofrecidas por proveedores externos que se encargan de la protección de los sistemas informáticos de una empresa. Estos servicios pueden incluir:
• Monitorización de seguridad en tiempo real y Alerta temprana: Vigilancia constante de la red y los sistemas para detectar actividades sospechosas y levantamiento de sospecha.
• Análisis de vulnerabilidades: Evaluación periódica de los sistemas para identificar y corregir debilidades antes de que puedan ser explotadas.
• Respuesta ante incidentes: Protocolos establecidos para responder rápidamente a cualquier amenaza detectada.
• Auditorías de seguridad: Revisiones exhaustivas para garantizar que todas las medidas de seguridad están en su lugar y funcionando correctamente.
Es decir, la orquestación adecuada de servicios gestionados (orientados sobre todo en la ciberseguridad proactiva) ayuda a las organizaciones a garantizar su seguridad y a incrementar sus niveles de madurez hacia la Gobernanza de seguridad IT, hasta conseguir una estrategia de ciberseguridad de alto nivel.
Beneficios de implementar servicios gestionados de ciberseguridad
1. Expertise y recursos especializados: Contar con el asesoramiento y la ayuda de un equipo de profesionales en seguridad informática con acceso a tecnologías avanzadas y a multitud de fuentes de información.
2. Reducción del tiempo de respuesta: Detección y mitigación rápida de amenazas gracias a la monitorización continua.
3. Cumplimiento normativo: Ayuda a cumplir con las normativas de ciberseguridad y privacidad de datos.
4. Escalabilidad y flexibilidad: Servicios ajustables a las necesidades específicas de cada empresa, permitiendo crecer y adaptarse a medida que cambian las amenazas.
En definitiva, la ciberseguridad proactiva es un básico para cualquier compañía que no quiera poner en jaque la continuidad de negocio.
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