Las organizaciones cada vez hacemos un mayor uso de las aplicaciones low-code. Veamos en qué consiste y cuándo usarlo.
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El movimiento low code development (programación de código bajo) es una filosofía que está impulsando la democratización de la programación.
¿En qué consisten el low code y el no code?
Este movimiento permite crear aplicaciones y programas a cualquier persona (aunque no entienda casi de programación), incluso podemos llegar a hablar del “no code” o sin código.
Concretamente el low code se trata de un tipo de programación visual, sencilla e intuitiva, en la que la persona necesita contar con nociones muy básicas de programación tradicional.
¿Por qué es importante el low code?
El low-code fue revolucionario a su salida gracias a herramientas de código abierto como WordPress. La realidad es que posibilita que los usuarios creen, desarrollen y mantengan aplicaciones de forma sencilla (basadas en principios modulares y en plantillas).
Ahora, esta forma de programar es muy importante en sectores como la Inteligencia Artificial (IA), ya que facilita su desarrollo y permite que llegue a más profesionales.
Beneficios del low code
Una vez que conocemos por qué es importante, veamos cuáles son los beneficios principales del low code para las empresas:
- Agilidad. Un ejemplo claro es el desarrollo de e-commerce mediante plataformas como Shopify.
- Autonomía y ahorro. Las pequeñas compañías o aquellas que están creciendo pueden tener presencia en internet sin tener que realizar una gran inversión contratando un perfil especializado (no solo para su creación, sino para su mantenimiento). Además, estas plataformas suelen cuidar mucho la experiencia de usuario (UX) y la interfaz gráfica, lo que las hace tremendamente útiles.
- Colaboración y productividad. Este tipo de plataformas facilita la colaboración entre el equipo que trabaje en ese proyecto.
- Centrarse en lo verdaderamente importante. Un punto totalmente relacionado con los anteriores es que permite que los esfuerzos se dirijan a crear valor en lugar de invertir tiempo en el desarrollo.
Como vemos, siempre que se pueda es recomendable contar con profesionales de la programación que puedan brindarnos más y mejores oportunidades y soluciones. Aunque los movimientos low code y no code facilitan el trabajo de aquellos equipos que no cuentan con demasiados recursos (ni económicos ni de personal).
Relación entre Low code y el producto mínimo viable (MVP)
Un producto mínimo viable (MVP) es la versión más sencilla de una aplicación SaaS pero que permite satisfacer las necesidades de los usuarios.
El low code es importante ya que permite testar este tipo de aplicaciones sin realizar grandes y/o imposibles inversiones. Son muy usadas, por ejemplo, en startups o por emprendedores.
Futuro de la programación tradicional
Llegados a este punto, cabe preguntarse qué será de la programación tradicional en el futuro. ¿La respuesta? Seguirá siendo crucial. No obstante, cada compañía deberá valorar según sus necesidades y el momento en el que se encuentre, qué tipo de programación en la que más se ajusta a su negocio.
Por ejemplo, una organización puede usar una programación tradicional, pero para realizar una prueba de concepto puede optar por el low code. De tal forma que pueden compaginarse perfectamente dentro de los equipos.
Aunque el low code sea interesante para todos aquellos que quieran desenvolverse con facilidad en este mundo sin especializarse en esta área, debemos recordar que esta modalidad cuenta con limitaciones que no encontraremos en la programación tradicional.
En definitiva, la programación de software tradicional seguirá brindando a las compañías nuevas oportunidades impensables desde una perspectiva low code. De tal forma que los profesionales y las organizaciones, sobre todo en los casos en los que se desee innovar, deberán seguir invirtiendo en formación TI especializada si quieren seguir compitiendo en el mercado.
No nos despistemos, el desarrollo de software sigue en expansión.