Las redes WAN tradicionales ya no son lo suficientemente potentes, es por eso por lo que SD-WAN se ha convertido en la respuesta idónea a las necesidades actuales de las compañías relacionadas con la deslocalización y la seguridad.
En los últimos años, la demanda de las redes SD-WAN ha aumentado considerablemente. Veamos porqué.
Índice de contenidos:
¿Qué es SD-WAN?
SD-WAN (Software-Defined Wide Area Network), también conocido como red de área extensa definida por software, consiste en la implantación de un hardware de comunicaciones junto a una capa de software que permite la virtualización de la red WAN añadiendo inteligencia a su gestión.
En otras palabras, permite una gestión y control centralizado de todos los componentes de hardware a través de software.
Todo ello, aumenta el rendimiento, eficiencia, estabilidad y automatismo de la red ante diferentes situaciones. Además, en algunos casos, reduce los costes.
¿Por qué SD-WAN?
El aumento de su demanda se debe a que las compañías cuentan cada vez más con una mayor distribución geográfica y necesitan solucionar una serie de problemas relacionados con la deslocalización.
SD-WAN se ha convertido en la respuesta idónea a los problemas de aquellas organizaciones que cuentan con distintas sedes. Ya que dicha tecnología optimiza y securiza las comunicaciones entre las diferentes ubicaciones (sedes centrales, datacenters corporativos, sedes secundarias, etc.) y desde cada una de ellas hacia internet.
Sin embargo, se trata igualmente de una tecnología atractiva para aquellas compañías que, aunque no cuenten con distintas sedes, su funcionamiento dependa de las comunicaciones. Razón por la que 6 de cada 10 empresas españolas han implantado las redes SD-WAN.
Diferencias entre redes WAN y SD-WAN
Para comprender el alcance de las redes SD-WAN, es importante que conozcamos el funcionamiento de las redes tradicionales o WAN y sus diferencias respecto a las redes modernas.
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Redes WAN
En las redes corporativas habituales cada sede se conecta con el datacenter principal (habitualmente en la sede central) para acceder a los servicios centrales y acceder a internet. Dependiendo de la disponibilidad de conexión, a través de MPLS (Multiprotocol Label Switching) o conexiones VPN.
Así como, para conectarse entre sedes se requiere pasar por este punto central. Lo que puede acarrear cuellos de botella y pérdidas totales de servicios en caso de problemas en dicho punto.
Además, debemos tener en cuenta que cada vez es mayor la demanda de acceso a servicios Cloud (IaaS, Saas, etc.), lo que aumenta la criticidad de la conexión a internet y los requerimientos de ancho de banda.
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Redes SD-WAN
Por el contrario, en las redes SD-WAN implantamos un hardware de comunicaciones en cada sede junto con una capa o varias capas de software.
Este sistema permite a cada sede realizar conexiones directas a los servicios que necesiten estén donde estén (servicios centrales o servicios Cloud) y, además, conectarse con otras sedes de manera segura (VPN dinámicas) sin necesidad de pasar por un punto central.
Como vemos, la mejora del rendimiento y la mejora de la estabilidad (sin puntos únicos de fallos puesto que los equipos se pueden configurar en cluster) son claras.
De esta forma, en cada sede “virtualizando la conexión WAN”, podemos implementar políticas de balanceo de las comunicaciones entre diferentes tipos de líneas y/o Carrier. Todo ello, dependiendo de múltiples factores (el destino final, el tipo de aplicaciones, políticas de calidad del servicio, el tipo de tráfico…).
Igualmente podríamos hacerlo por una caída temporal de alguna de las conexiones. En el esquema anterior, por ejemplo, si se cayera la línea MPLS, automáticamente podríamos acceder al DataCenter principal a través de internet creando una VPN dinámica.
Esto nos aporta, de nuevo, una mejora en el rendimiento y disponibilidad de las comunicaciones, pero, también en su eficiencia e incluso en la experiencia de usuario gracias las políticas de aseguramiento de la calidad del servicio.
Calidad de las líneas
Por otra parte, en aquellas ubicaciones donde la calidad de las líneas que se pueden aprovisionar no es del todo adecuada, se puede “combinar” los anchos de banda de varias líneas para obtener una mejor conectividad.
Ahorro de costes
Y por último, la sustitución de líneas MPLS por FTTH pueden a llegar facilitarnos un ahorro de costes.
Beneficios de SD-WAN
Tras ver su funcionamiento, podemos asegurar que una solución SD-WAN correctamente implementada ofrece seguridad, simplicidad y un control total, gracias a la posibilidad de:
- Combinar distintos tipos de conexiones (MPLS, DSL, 4G, VPN…) en cada ubicación para ofrecer alta disponibilidad y/o incluso “sumar” sus anchos de banda
- Seleccionar caminos dependientes de aplicación y/o destino sin necesidad de conectar a través de un punto central
- Desplegar de forma sencilla nuevas sedes
- Gestionar y monitorizar de forma centralizada
- Desplegar políticas de QoS y HA
- Priorizar la conexión a aplicaciones críticas frente a las no críticas
- Priorizar un tipo de tráfico sobre otro (VoIP, por ejemplo)
- Configurar de forma inteligente balanceos por aplicación
- Aplicar SLAs por servicio
- Optar a una seguridad “distribuida centralizada”
- Incluso puede conllevar un ahorro de costes a futuro en lo que a inversión de líneas de comunicación se refiere
La tecnología SD-WAN es clave en estos momentos en los que el teletrabajo y/o las conexiones remotas de los empleados a los recursos de su empresa es cada vez más necesaria.
Esta tecnología nos permite gestionar de manera sencilla y centralizada las conexiones VPN. Permite habilitar diferentes puntos de conexión para distribuir la carga y aplicar políticas de seguridad y calidad de servicio dependiendo de la aplicación o el destino al que se acceda.
Todos estos beneficios mejoran, en definitiva, el desarrollo de la actividad en las compañías y enriquecen la experiencia de sus clientes.
En definitiva, una correcta solución SD-WAN debe dar respuesta a los siguientes retos:
- Fácil despliegue de nuevas sedes y RMA’s eficaces de los equipos.
- Gestión y monitorización centralizada. Necesitamos la máxima visibilidad y operatividad desde una consola central.
- Seguridad “distribuida”. Políticas de seguridad aplicables en el extremo de cada sede de manera individual pero gestionadas igualmente de manera centralizada.
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